Problemas de concentración, irritabilidad, ansiedad o depresión pueden ser los síntomas de una mala alimentación, que afecta a la salud mental más de lo que se creía.
En un estudio realizado en Gran Bretaña por Mental Health Foundation y Sustain, se advierte en este sentido de las deficiencias de la nutrición actual, además de un claro desequilibrio entre ácidos omega 3 y omega 6, con excesivo predominio de estos últimos, hay que destacar la baja cantidad de aminoácidos, fundamentales para el funcionamiento de los neurotrasmisores cerebrales. Alimentos como las almendras, las semillas de girasol crudas, la clara de huevo, el cordero, el pollo y otros contienen buena cantidades medias.
También incide el abuso de pesticidas, aditivos y alimentos preparados y un pobre consumo de productos naturales.
En un estudio realizado en Gran Bretaña por Mental Health Foundation y Sustain, se advierte en este sentido de las deficiencias de la nutrición actual, además de un claro desequilibrio entre ácidos omega 3 y omega 6, con excesivo predominio de estos últimos, hay que destacar la baja cantidad de aminoácidos, fundamentales para el funcionamiento de los neurotrasmisores cerebrales. Alimentos como las almendras, las semillas de girasol crudas, la clara de huevo, el cordero, el pollo y otros contienen buena cantidades medias.
También incide el abuso de pesticidas, aditivos y alimentos preparados y un pobre consumo de productos naturales.
Revista Mente Sana
Nota de Salud Armónica: Es importante destacar que los excesos también dañan, por ello el exceso de aminoácidos, según estudios, conlleva a consecuencias negativas para la salud. Su ingesta debe ser realizada con moderación y sobre todo tomando en cuenta de que sean proteínas de primera calidad, de producción ecológica, sin contaminantes o tóxicos.
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