Cuando decimos que tu cuerpo es el reflejo de lo que comes, no estamos exagerando. Cada alimento que consumes tiene un impacto directo en cómo te sientes, cómo te ves y cómo funciona tu organismo. La nutrición no solo es una cuestión de estética, sino de salud y bienestar integral. Cada célula de tu cuerpo se construye con lo que consumes, desde tus huesos hasta tu piel, pasando por tus órganos. Si alimentas tu cuerpo con comida procesada, rica en azúcares refinados y grasas saturadas, tu energía disminuirá, tu piel puede mostrar signos de envejecimiento prematuro, y tus sistemas no funcionarán de manera óptima. Por el contrario, una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos complejos, le proporciona a tu cuerpo los nutrientes esenciales para prosperar. No se trata de ser perfecto todo el tiempo, sino de hacer elecciones inteligentes que ayuden a tu cuerpo a funcionar como debería. No es necesario seguir dietas restrictivas, ...